• Anuncian módulos de Neurología y de Neurocirugía del CIAM 2022

    Pacientes que tuvieron COVID-19
    presentan hoy secuelas como inflamación de la médula, síndrome de
    Guillain-Barré y neuritis óptica

     

     

    El
    síndrome de Guillain-Barré, la mielitis o inflamación de la médula; la neuritis
    óptica, que tiene como una de sus manifestaciones la falta de visión de alguno
    de los ojos y la encefalomielitis, que consiste en varias lesiones en el
    cerebro, en la médula espinal y el encéfalo, son algunas consecuencias graves
    que están presentando pacientes que tuvieron COVID-19, afirmó el doctor José
    Luis Ruiz Sandoval, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Civil de
    Guadalajara (HCG) Fray Antonio Alcalde y Coordinador del Módulo de Neurología
    del XXIII Congreso Internacional Avances en Medicina Hospital Civil de
    Guadalajara (CIAM 2022).

     

    Los
    pacientes con encefalomielitis en fase aguda tienen que estar dentro del
    hospital, y son tratados con medicamentos. Si el paciente sobrevive, porque
    suele haber una mortalidad muy elevada, puede tener secuelas motoras y
    sensitivas, por lo que tiene que ser remitido a rehabilitación física y se le
    da seguimiento médico, agregó el especialista durante la presentación del
    Módulo de Neurología.

     

    Explicó
    que el síndrome de Guillain-Barré es una afección de los nervios periféricos
    que ocasiona debilidad; el paciente puede llegar a confinarse en cama o silla
    de ruedas y padecer problemas respiratorios que pueden requerir intubación;
    tiene estancias prolongadas y lleva un proceso de rehabilitación por consulta externa,
    que puede durar meses.

     

    De
    los pacientes que les dio COVID-19, por debajo del 5 por ciento presentan
    alguna de estas enfermedades; se trata de pacientes que tenían sobrepeso u
    obesidad, o presentaban otros factores de riesgo como tabaquismo.

     

    Dijo
    que estas enfermedades son tratables y pueden tener una buena o mala evolución,
    y agregó que en el caso del Guillain-Barré es complicado su manejo al ser
    afectados diferentes sistemas y en tiempos normales tiene una mortalidad que
    oscila entre 5 y 10 por ciento.

     

    Resaltó
    que otras consecuencias son las alteraciones neuropsicológicas asociadas con el
    COVID-19 como los problemas de atención, de memoria, de orientación y de agenda
    visoespacial –los pacientes refieren que tienen olvidos, que ya no coordinan
    como antes y se sienten muy fatigados–.

     

    Para
    tratarlas, los médicos están recetando antidepresivos, ansiolíticos,
    estimulantes, energizantes para aumentar el impulso vital, así como algunos
    medicamentos que se usan para la fatiga y cansancio. “Estamos dando tratamiento
    sintomático”, explicó.

     

    Todavía
    la etapa es de investigación, ya que se tienen que reclutar pacientes y por
    grupos darles medicamentos o placebos o no darles medicamentos; luego, darles
    seguimiento por tres, seis meses o hasta un año.

     

    El
    COVID-19 y sus consecuencias es uno de los temas que serán abordados en el CIAM
    2022, que esta ocasión tendrá como sede el Conjunto Santander de Artes
    Escénicas y se desarrollará de manera híbrida, tanto virtual como presencial.

     

    Durante
    la rueda de prensa se habló también de la importancia que tienen los
    simuladores para preparar cirujanos, del Laboratorio de Neuroanatomía y
    Prácticas Neuroquirúrgicas del HCG, que se suma al CIAM 2022 y sobre el
    traumatismo craneoencefálico.

     

    Simulaciones
    en el Laboratorio de Neuroanatomía

    El
    doctor Santiago Núñez Velasco, Coordinador del Módulo de Neurocirugía, destacó
    la importancia de los simuladores para preparar a los cirujanos.

     

    “En
    el HCG inauguramos el Laboratorio de Neuroanatomía y Prácticas
    Neuroquirúrgicas, mediante el cual todo el personal en formación puede
    practicar y simular cirugías sin tener que estar con el paciente. Esto es una
    realidad en países desarrollados, pero en México nos hemos quedado cortos, y
    este laboratorio es de los pocos con las características mencionadas”, informó.

     

    Agregó
    que en este laboratorio hay entrenamiento en neuroanatomía, simulación en
    microcirugía, en endoscopia y con un sistema de impresión 3D para los casos que
    se van a operar y poder practicarlos antes en el laboratorio. Explicó que todo
    esto contribuye a construir la memoria muscular para los residentes y los
    médicos ya formados, y les aporta mucha mayor precisión.

     

    En
    el CIAM habrá cursos precongreso, el 4 y 5 de abril, en el mencionado
    laboratorio: uno de microcirugía y bypass, en el que se harán prácticas para
    unir un vaso sanguíneo con otro dentro del cerebro en modelos de simulación, y
    un taller con impresión 3D para cirugía de base de cráneo.

     

    Alta
    incidencia de traumatismo craneoencefálico

    Núñez
    Velasco destacó que en el Servicio de Neurocirugía del HCG Fray Antonio Alcalde
    hay una alta incidencia de traumatismo craneoencefálico, que es la principal
    causa de discapacidad en población laboralmente activa; por lo que usar el
    casco de protección para cualquier actividad en la que haya un riesgo de
    golpearse la cabeza, como andar en patines, bicicleta o motocicleta, es muy
    importante.

     

    “El
    no traer el casco cuando se maneja una bicicleta o motocicleta, e impactar
    contra el pavimento y quedar en un estado vegetativo es más complicado y
    doloroso que morir, y ambas consecuencias se pueden evitar utilizando cascos de
    protección y equipo adecuado y tener prudencia”, dijo.

     

    Detalles
    del congreso

    El
    CIAM 2022 constará de alrededor de 36 módulos y cuatro conferencias magistrales,
    doce precongresos y Expo Médica Virtual. Y tendrá lugar del 6 al 9 de abril,
    detalló el doctor Jaime Rodríguez Ochoa, Coordinador del Comité Científico del
    congreso. Los interesados pueden ingresar a la dirección
    https://ciam.hcg.gob.mx

     

     

    Texto:
    Martha Eva Loera, Universidad de Guadalajara

    Fotografía:
    Juan Vences, Hospital Civil de Guadalajara