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Alcohol, principal culpable de enfermedades hepáticas
Anualmente mueren 1.3 millones de personas en el mundo por hepatitis virales. En México, durante 2022, la cirrosis hepática fue la cuarta causa de fallecimientos en adultos
“El hígado es el órgano cuya función es purificar la sangre, desintoxicar el cuerpo, ayudar a la coagulación y a la inmunidad; sin embargo, también es sensible a sustancias como el alcohol, que es el principal factor de daño hepático”, declaró en rueda de prensa el Jefe de Servicio de Gastroenterología del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, doctor José Antonio Velarde Ruiz Velasco.
A pesar de que existe el daño hepático no alcohólico, desde 2022 el alcohol es la principal causa de hígado graso y cirrosis hepática, seguida por la hepatitis B y C.
“En los últimos diez años la cirrosis hepática se ha posicionado en el top diez de enfermedades que propician muerte a mexicanos; pasando del lugar 6 en 2021, al 4 en 2022, siendo alrededor de 20 a 25 mil muertos por año”, dijo Velarde Ruiz Velasco.
“En Latinoamérica, las mujeres de entre 30 a 35 años han potencializado su consumo de alcohol, llegando a episodios de consumo excesivo o episodios de consumo por atracón, lo que ha ampliado el margen en el que se presentan enfermedades hepáticas, puesto que se afecta el funcionamiento metabólico y crece el riesgo de padecer hígado graso”, añadió.
En cuanto a los hombres, dijo que se puede presentar este padecimiento entre los 25 y 50 años, margen en el que no ha habido muchos cambios, pero sí se ha incrementado por el excesivo consumo de alcohol.
La encargada de la Clínica de Hepatitis del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”, doctora Monserrat Lazcano Becerra, compartió que en el mundo la hepatitis viral es causante de 1.3 millones de muertes anuales, puesto que llegan a desarrollar cirrosis y cáncer de hígado.
“Existen distintos tipos de hepatitis; tenemos las agudas: hepatitis A y E, y las crónicas, causadas por virus: hepatitis B y C”, explicó Lazcano Becerra. La hepatitis A es la más común, principalmente en niños y, por fortuna, es sintomática, por lo que es sencillo brindar tratamiento y contra la cual existe vacuna, dijo.
En cuanto a las hepatitis crónicas, explicó que generalmente son silenciosas y su transmisión se da por vía sanguínea y por fluidos corporales infectados, por lo que es importante ver factores de riesgo y conocer el historial médico de las personas para un diagnóstico temprano.
“Actualmente, en el Hospital Civil contamos con dos tratamientos para la hepatitis C que brindan 98 por ciento de efectividad, con los que se busca eliminar el virus y evitar que se llegue a una cirrosis o descompensación crónica”, subrayó Lazcano Becerra.
Prevención y diagnóstico temprano de enfermedades hepáticas
Aunque las enfermedades del hígado son silenciosas se pueden prevenir y diagnosticar tempranamente siempre que se tenga un control médico, que puede ser realizado por médicos de primer contacto y, en un caso más específico, por patólogos o gastroenterólogos.“Lo primero que debemos de hacer es revisar los factores de riesgo de cada paciente, luego recomendamos un perfil hepático o un ultrasonido de hígado, los cuales pueden brindar información del estado en el que se encuentra, y si son propensos a enfermedad a mediano o largo plazo”, añadió Velarde Ruiz Velasco.
Es importante que no se consuman medicamentos no prescritos, añadió, así como remedios herbolarios de los cuales se desconocen sus efectos secundarios, puesto que a largo plazo pueden enfermar al hígado y otros órganos vitales del cuerpo.
Eliminar o reducir el consumo de alcohol, siendo un máximo de tres copas para los hombres y dos en el caso de las mujeres, esto siempre y cuando no se tenga enfermedades metabólicas, diabetes o padecimientos previos de hígado, ya que el mínimo consumo puede repercutir en la salud.
Lazcano Becerra indicó que lo primordial para no contagiarse de hepatitis agudas es el lavado adecuado de manos y alimentos, y en caso de estar con personas que se encuentran enfermas, evitar ingerir alimentos preparados por ellos, no comer o beber en los mismos trastes, desinfectar muy bien estos utensilios de cocina; y en cuanto a los niños, aislarlos un poco de otros menores para que se puedan tener las medidas de sanidad adecuadas.
Texto: Valeria Estefanía Jiménez Muñiz
Fotografía: Jorge Íñiguez