• Especialista llama a reconocer los síntomas de la disautonomía para un correcto diagnóstico y tratamiento

    La disautonomía es una alteración del sistema nervioso autónomo, en una serie de pasos que conforman la regulación de todas las funciones del organismo, como las que se efectúan en el sistema cardiovascular, principalmente presión arterial y frecuencia cardiaca; el sistema digestivo, respiratorio, inmunológico, hormonal. Cabe destacar que esta alteración es ocasionada por una falla congénita.

    Esta alteración conlleva una serie de síntomas que afectan a todos los sistemas del organismo, provocando patologías diversas y complejas en el paciente, que disminuyen significativamente la calidad de vida de quien la padece, por ello, el Dr. Ignacio Domínguez Salcido, neurocirujano adscrito al Nuevo Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca”, hizo un llamado a reconocer los principales síntomas de la disautonomía para contar con un diagnóstico correcto y tener acceso a un tratamiento adecuado.

    Domínguez Salcido explicó que la disautonomía es “como los pedales de un carro, aceleramos únicamente cuando estamos en siga y frenamos cuando estamos en alto. Cuando esta parte del sistema nervioso se altera, estas funciones se desequilibran”.

    Un paciente que presenta disautonomía puede estar en reposo y de repente comenzar con taquicardia y sentir que se queda sin aire, esto lleva al paciente a sentir angustia o ansiedad y a tener cambios a nivel neurológico, lo que produce una serie de reacciones en cadena. Esta alteración constituye uno de los síntomas más característicos de la disautonomía.

    Uno de los principales factores que detonan la disautonomía es el estrés, ya sea físico o emocional. “El estrés físico es por ejemplo cuando nos sometemos a dietas muy estrictas, a ejercicio muy extenuante, etc. El estrés emocional es el que todos vivimos por cuestiones del trabajo, familiares, de cambios en la escuela, en casa. Todo ese estrés produce cambios y es lo que va a generar los síntomas en una persona con disautonomía”, agregó.

    Esta alteración se puede manifestar desde la infancia y presenta la siguiente sintomatología:
    • Frecuencia cardíaca anormalmente rápida o lenta
    • Desmayos
    • Cambios en la presión arterial
    • Ansiedad
    • Sudoración excesiva o no poder sudar
    • Cansancio, falta de energía
    • Sensación de falta de aire (especialmente cuando hace ejercicio)
    • Sed constante
    • Dificultad para tragar
    • Dolor de cabeza
    • Insomnio
    • Náuseas y diarrea
    • Problemas de visión (visión borrosa, pérdida de visión, visión de túnel), etc.

    Existen tratamientos de control de síntomas con medicamentos, no obstante, es importante que estos se acompañen de hábitos saludables como buena alimentación, una correcta higiene del sueño, y actividades relajantes que reduzcan el principal detonante que es el estrés.

    El tratamiento debe ser desde un abordaje multidisciplinario, en donde intervenga el psicólogo, el neurólogo, cardiólogo, nutriólogo, gastroenterólogo, etc.

    Texto: Departamento de Comunicación Social HCG
    Fotografía: Jorge Íñiguez, Departamento de Comunicación Social HCG